Las Tunas.- Desde el quehacer del Partido hay que preguntarse por qué hay inercia e ineficiencia entre las empresas estatales, reflexionó Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central de Partido Comunista de Cuba (PCC) y presidente de la República, al intervenir en la Asamblea Provincial de la organización política.
“La burocracia y los controles ineficientes no se comen”, sentenció el mandatario, recalcando así la relevancia de la labor partidista en el contexto actual de la nación. La cita, que tuvo lugar en el teatro de la Universidad de las Ciencias Médicas, evaluó asuntos cardinales para el futuro de este territorio y ratificó a Manuel René Pérez Gallego como primer secretario de su Comité Provincial.
Díaz-Canel Bermúdez catalogó de fundamental el tópico de la producción de alimentos, los que absorben buena parte de los ingresos en divisas del país. “Todos los temas de producción y servicios deben ser enfocados desde la resistencia creativa”, indicó.
Cuba, afirmó, no puede supeditar su suerte a los vaivenes de la política estadounidense, que alterna lapsos cortos de flexibilización con ciclos más largos de recrudecimiento del bloqueo. “La manera unida en que trabajamos para enfrentar la Covid-19 debe llevarse a otros aspectos como la producción de alimentos” dijo. La nación ha de enfocarse cada vez más en la eficiencia en ese universo y desde prácticas agroecológicas y amigables con el medio ambiente, sugirió.
Significó que la Isla necesita que el sector productivo doméstico sea mucho más innovador y que acuda a la ciencia para resolver sus problemas, pensando desde el desarrollo local y aprovechando las fuentes endógenas. Por eso, añadió, necesitamos empresas estatales más fuertes. Lograrlo implicará, aclaró, ampliar la cantidad de entidades públicas subordinadas al municipio y modificar sus estructuras internas que, alertó, son macrocefálicas y burocráticas.
Se refirió igualmente a la urgencia de transformar los estilos de dirección, potenciar la comunicación, la informatización y la ética de los cuadros, así como la dirección cada vez más democrática y sometida al control popular. Los funcionarios, expresó, tienen que ser más sensibles; pensar más en el “nosotros” que en el “yo”.
El Presidente dedicó un amplio espacio de su intervención a la valía de la comunicación y la labor política con estilos nuevos. “Hacerlo con conciencia”, expresó.
El PARTIDO ES PARTE DE LA SOLUCIÓN
El magno evento de los comunistas tuneros contó con la participación de Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización; Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe de su Departamento de Atención al Sector Social, y Juan Carlos Villavicencio Ramos, funcionario del Departamento de Organización y Política de Cuadros del Comité Central.
Por aproximadamente tres horas, sus 150 delegados, así como los invitados, pasaron revista a cuestiones medulares como el rol del Partido en el control e impulso a la implementación de las políticas para la producción y comercialización de alimentos y el Programa Cañero Azucarero. Igualmente evaluaron la influencia partidista en la calidad de los servicios y el perfeccionamiento del Comercio y la Gastronomía.
Otras aristas sometidas a valoración fueron la efectividad del trabajo político ideológico, el enfrentamiento a la subversión, la atención a las nuevas generaciones y a las comunidades, y el combate en las redes sociales. También analizaron el funcionamiento interno de la organización.
Al presentar el informe central del encuentro, Manuel René Pérez Gallego, miembro del Comité Central y primer secretario del PCC en el territorio, destacó que se trabaja en la búsqueda de que exista militancia del Partido en todos los escenarios, distinguida por su ejemplaridad. “La preparación sistemática de los secretarios generales, confirmó, continúa siendo un asunto de permanente atención”.
Alertó que los crecimientos en la producción agropecuaria se han limitado por insuficiencias de carácter subjetivo, en las que se demanda de un actuar más eficaz del Sistema de la Agricultura y del Gobierno, junto a mayor exigencia de la organización política.
“A los burós municipales del Partido y las estructuras de base constituidas en el sector cañero azucarero, al igual que al resto de los factores a todos los niveles, les ha faltado efectividad en las acciones y el control del trabajo en este renglón esencial”, enunció.
Pérez Gallego significó que persisten insatisfacciones en la población con la calidad de los servicios. “No todos los núcleos y su militancia, criticó, han desempeñado su papel en la exigencia hacia las administraciones para que cumplan de manera eficiente sus responsabilidades”.
Por otro lado, hizo notar que se requiere revitalizar el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, la Atención Primaria de Salud y reimpulsar el ingreso al Partido de representativos de la Salud Pública.
Hay que perfeccionar la labor político ideológica en cada uno de los frentes de la educación, atemperándola a las circunstancias actuales, manifestó el dirigente; quien resaltó la trascendencia del diálogo de la vanguardia política tunera con el sector cultural. Este, expresó, es atendido de manera priorizada. Al mismo tiempo comentó que se busca el fortalecimiento de las estrategias de desarrollo local y de la autonomía de los territorios. Dentro de ese ámbito, insistió, la militancia de las zonas residenciales juegan un rol importante.
“La organización de base y el resto de las estructuras partidistas, a lo interno y en su relación con el Estado, el Gobierno, organizaciones de masas y la sociedad civil, precisan ser convocantes, facilitadores del debate revolucionario, despojado de formalismos, imposiciones y orientaciones superfluas”, concluyó.
UNIVERSO RESUMIDO EN EL NÚCLEO
En el transcurso del intercambio de opiniones, José Luis Jomarón, presidente de la unidad básica de producción cooperativa Diego Felipe, del municipio de Puerto Padre, expuso que el Partido está para exigir que se administre bien. Por ende, consideró que se requiere de una preparación superior de las organizaciones de base para desempeñar esa función. “En unidades productoras aledañas vemos que una tiene buenos índices y la otra no. Eso, consideró, demuestra falta de análisis profundo desde el núcleo”.
Argel Fundora Acosta, director de la empresa privada Mercasa, señaló la prominencia que tiene para el quehacer de la entidad la presencia de estructuras del Partido y de la Unión de Jóvenes Comunistas. Ahora mismo, aseguró, asumen entre sus prioridades bajar los precios en contacto perenne con las autoridades políticas y gubernamentales locales. “No todo es recursos, sino la voluntad de hacer mucho más”, estimó.
Wilfredo Estrada, director de la empresa azucarera Amancio Rodríguez, relató que han analizado primero cuáles productores podían continuar trabajando. Luego, sostuvo, se ha notado el cambio positivo. Especialmente, gracias a la apuesta por los jóvenes con condiciones para dirigir las cooperativas u otros enclaves de producción de caña.
Para que haya resultados debe haber control económico, afirmó. La “Amancio Rodríguez” posee ante sí el reto de revertir años de números negativos que le han impedido echar a andar su ingenio. De tener éxito las acciones en marcha, sobre todo en el cultivo, Estrada consideró que en el 2026 podrían hacer zafra de nuevo.
Por su parte, Eraldo González Arias, titular de la Empresa de Aceros Inoxidables, aseveró que en la planta están muy comprometidos con la concreción de las 43 medidas aprobadas por el Gobierno cubano para dinamizar la actividad de la empresa estatal socialista. A dicha aspiración, puntualizó, tributan los nexos creados con varias universidades cubanas. “Eso nos pone en el camino de ser en el 2026 una empresa de alta tecnología”, estimó.
Leidys María Labrador, una de las secretarias del núcleo del PCC en el periódico 26, calificó de vital la atención a los valores del ser humano. Más, acotó, en el contexto de agresión mediática constante a que está sometida nuestra nación. “Cada militante tiene que sentirse responsable de defender en el campo de la comunicación la realidad cubana, siendo coherentes en nuestro discurso y actuación”, instó.
Al hacer uso de la palabra, Roberto Morales Ojeda consideró que es inaplazable la aplicación de la estrategia económica trazada en el Octavo Congreso. Algo que, observó, solo se logrará robusteciendo la vida interna de la organización: “No es suplantar a las administraciones, sino que el núcleo funcione”.
“Tenemos que lograr que en cada uno de ellos sus integrantes rindan cuentas”, valoró. Hasta el momento, informó, solo lo hace en el Balcón de Oriente el siete por ciento de sus militantes, de los cuales menos de la mitad ocupan responsabilidades. “Los análisis y evaluaciones deben ser críticos, profundos y que lleven al crecimiento de las filas”, indicó. Las organizaciones de base tienen que estar en el centro de los problemas en la producción de alimentos, la zafra azucarera y la calidad de los servicios, señaló.
Significó, asimismo, el apoyo que requieren los medios de comunicación públicos para hacer su trabajo. Han de recibir oportunamente la información para que sean los que encabecen los debates públicos sobre los temas relevantes para el pueblo, remarcó.
Desde el podio de los oradores, Jorge Luis Broche Lorenzo se remitió a la presencia en Las Tunas del Líder Histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, evocando sus palabras en Jobabo en 1996 y en la cabecera provincial en 1981, en las que puso muy en alto la resistencia y la entrega de los tuneros en defensa de su soberanía y conquistas alcanzadas tras el triunfo de la Revolución.
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