Las Tunas.- Paz, amor, entendimiento, pandemia, vida, Revolución, unidad… Patria; estas palabras, nacidas del profundo sentimiento de que Cuba y su proyecto humanista constituyen una joya que debemos cuidar entre todos, han sido recurrentes en estos días.
A veces, solo cuando se ha visto la paz y la tranquilidad perturbadas, se piensa y se valora mejor esa prenda que en la Isla, de tan cotidiana, se nos hace tan natural. Mas ya sabemos que hasta en la naturaleza la armonía se rompe, qué diremos entonces de las sociedades. En Cuba, vivimos hoy una "sacudida" de esas que nos hace pensar el país y la nación: hemos visto reclamos ciertos y legítimos; también, extremismo, reacción, violencia, vandalismo… la paz en juego. Ahora, escribía una colega, la urgencia es la Patria y la Patria es el otro, somos todos.
Cada quien, según múltiples variables, "lee" las protestas del domingo último. Madre de tres hijas y abuela de cinco nietos, Ana Julia Pérez Sarmiento, piensa que este "malentendido de la situación financiera y económica del país no debió haber llegado hasta ese extremo". Piensa también "que nosotros lo que tenemos es que ayudarnos más y unirnos para luchar contra esta pandemia tan grande que tenemos en Cuba y contra las necesidades económicas".
Ana es mi vecina, tal vez nunca había tenido de frente una grabadora y pensó, cuando abrió su puerta, que no tenía mucho que decir. Pero todos tenemos siempre algo que decir.
"Esta situación no lleva a nada bueno, porque queremos seguir viviendo en paz. Sí, es cierto que tenemos muchas limitaciones, sí, las tenemos; de parte del bloqueo y de cosas que deberíamos hacer y no hacemos, pero llegar a ese extremo es inadmisible en Cuba, donde sabemos de qué es capaz la Revolución por cada cubano. Eso no debió haber surgido en Cuba, me duele como cubana. Me duele que haya personas que lleguen a los extremos, quizás hasta por una kilera que le pague cualquiera de afuera, por llevarse por las cosas de los que nos quieren desunir y destruirnos".
Invoca entonces a la reflexión y a pensar en "cómo ayudar a combatir la Covid-19. ¡Eso es lo que tenemos que hacer!", concluye.
Richard Gómez, también expresa su sentir de ciudadano y lo hace para convocarnos a mirar nuestras raíces. Enfático, me dice, "hay que saber cuál ha sido nuestra historia. Cualquier persona que tenga acceso a las redes sociales conoce de todas estas manipulaciones que hace mucho se vienen planteando. Quien tenga un poco de conocimiento está al tanto de que hay estructuras en Estados Unidos que tienen entre sus funciones el derrocamiento de los gobiernos progresistas del mundo, y no es algo que se traza ahora. En la actualidad lo que sucede es que todas estas maneras son un poco más sofisticadas.
"En primer lugar tenemos que estar tranquilos, firmes y atentos; sobre todo, algunos jóvenes que a veces se dejan llevar por ideas negativas y prebendas, y caen en la trampa".
Como trovador, Richard procura buscar la esencia, el principio activo de las cosas. La raíz de un cubano, y diríamos más, de un ciudadano de cualquier sitio del orbe, es el sentimiento de amor a la Patria; en eso ha pensado y piensa en estos días.
"Hay una condición, una base que debe existir en el cubano de hoy y es el patriotismo. Si no eres patriota, si no llevas a tu país, a tu gente, a tu pueblo en tu 'corazoncito' entonces no puedes ser un buen revolucionario. Lo fundamental en este momento es ser un buen patriota. Y los patriotas, en este minuto, debemos estar alertas, preparados y conscientes; y no dejarnos manipular, saber dónde está nuestra verdad y hacia dónde tenemos que dirigir nuestros sentimientos, valor y toda nuestra humanidad".
Yamilet Cuevas Pérez, por su parte, exhortó a los tuneros a no ser presas de la desesperación, a tener confianza y esperanza. Piensa, en estos días, en el titánico esfuerzo realizado por todo el país, en particular por el personal científico y sanitario, y en cómo debemos corresponder a esa obra.
"Pensar en el esfuerzo que estamos haciendo todos, incluyendo el Gobierno. Debemos cumplir las medidas sanitarias para colaborar con los médicos que llevan tanto tiempo luchando contra esta pandemia y si no apelamos a una disciplina en este sentido no vamos a lograr salir de la situación.
"Como nuestra Patria no hay ninguna y es maravilloso saber que nuestros hijos están, por ejemplo, en un círculo infantil, y que están protegidos; saber que no serán víctimas de tantos males como el tráfico infantil y otros vandalismos contra la infancia. Ahora más que antes hay que unirse. Hay que proteger la Revolución, luchar por ella, cuidarla".
Esa seguridad de que la obra de Cuba debe ser defendida y de que no podemos los hijos de hoy prostituir el bien depositado en nuestras manos, la tiene meridianamente clara Manuel Antonio Barrientos.
"Las insatisfacciones existen; pero por encima de cualquier tipo de insatisfacción o problema objetivo o subjetivo que exista, está el bien del país. En cuanto a lo sucedido, creo que desde cada casa debemos buscar la conciencia de la gente, debemos buscar la conciencia de nuestros hijos, nietos, del amigo o del vecino confundido, razonar los problemas del país, el porqué, de dónde vienen y desde cuándo. Tenemos que hacer historia en esto y hay mucha gente que la sabe y la olvidó, y hay otros que no la conocen. Ahora lo fundamental es la unidad, debemos preservar la unidad".
Una pregunta titula este trabajo, el santo y seña, lo dio uno de los entrevistados. Con ella finalizo, y con la invocación a no perder de vista el camino transitado hasta hoy y el sendero que construimos para mañana. Cuba cambia, la sociedad se transforma, es natural, es la ley de la vida. "El futuro no es fácil de predecir, y nadie puede predecir con exactitud el futuro"; pero sí podemos, hoy y ahora, pensar el país que deseamos y también en el que no queremos convertirnos y vivir. La pregunta: ¿hacia dónde dirigir nuestra humanidad?