Las Tunas.- Que Yendris Rojas Hernández sea una de las activistas del grupo de animalistas Pasos en Las Tunas no es fruto del azar. Que su casa sea hogar temporal de acogida y que "haya habido días de tener ocho perros y 12 gatos", días de desvelo por la salud de estos, de alegría por su recuperación o adopción y, a su vez, de tristeza por aquellos "que han perdido la batalla" … no es exaltación de la realidad, sino la consecuencia de una mujer que ha asumido esta causa con toda su humanidad.
"Esto viene conmigo desde niña, mi familia me decía entonces 'la loca de los perros'; yo siempre he andado, 'a retortero', con cuanto perro y gato me he encontrado en el camino. Inclusive, ya de adulta, salía por la línea del tren a recoger animales, porque la gente mal acostumbra a abandonarlos allí", me cuenta mientras Moti, Sachi, Toki, Lía y Andrea -una mezcla de gatos y perros de distintas razas- juguetean y a ratos trepan en el asiento en busca de una caricia de su ¿dueña?.
Desde julio del 2021 tenemos en Cuba el Decreto Ley de Bienestar Animal, pero la sensibilidad desborda cualquier norma legal y, por otra parte, suelen las disposiciones jurídicas "adelantarse" al conjunto de la sociedad. De manera que, Yendris, defensora de los animales por esencia, habla de amor y, lamentablemente, también de maltrato, abandono, de la pérdida de nuestra alma, de sufrimiento causado, de un futuro común como especies en convivencia conjunta.
"Lastimosamente, aún hay mucha insensibilidad en cuanto a este tema. Y aunque ya tenemos un Decreto Ley, para nosotros la lucha continúa, porque todavía hay personas que no advierten que el respeto hacia estos es el propio respeto al ser humano. La forma en la que los tratamos es lo que nos define como tal.
"Quien maltrata a un animal no puede ser buena persona; el que es capaz de darles una patada, el que lanza a una gatica en celo a la calle o a una perrita porque esté preñada… para mí hace como quien bota a un hijo. Una buena persona nunca lo haría", afirma, mientras reafirma que esas "actitudes nunca vendrán de un buen corazón".
De su conversación fluida y precisada, solo de un pie forzado para derramarse en torrente argumental por lo que le preocupa y ocupa, se desprende la idea de que la gente debe entender que el bienestar de los animales y el suyo van en sintonía. En suma, se trata de comprometerse para hacer de este mundo y de este país un lugar mejor.
"'La grandeza y el progreso moral de una nación puede medirse por la forma en la que trata a sus animales', dijo Mahatma Gandhi, y el pueblo de Cuba es un pueblo grande, solidario, internacionalista, un pueblo sensible por naturaleza y bueno de sentimientos ¿Cómo es posible entonces que siendo tan humanos para unos asuntos seamos tan inhumanos para otros? Es duro, entonces no me parece que vaya en nuestra esencia el acto de violentar a un animal.
"La casa donde haya una mascota bien tratada es el hogar de un humano que vale la pena conocer y tener como amigo", sostiene Yendris y me recuerda a Gabriela Mistral: '¡Es tan bello hacer lo que otros esquivan!'".
Para su alegría, otros tuneros como ella asumen esta vocación de servicio y la materializan, en equipo, desde Pasos Las Tunas, Organización No Gubernamental (ONG) autofinanciada. Esta colectividad dirige la mirada hacia situaciones ante la cual otros voltean el rostro, dejando la piedra en el mismo lugar.
"Tenemos un grupo muy bien estructurado. La mayoría de los integrantes son mujeres, estudiantes, trabajadoras, amas de casas; personas que dedicamos un poquito de nuestro tiempo o del que le quitamos a la familia para realizar esta labor. Yo digo que somos como una campana, que cuando retumba ese toque nos llega a todos y entonces nos ponemos en función del salvamento. Hemos rescatado animales con fracturas expuestas, abandonados por varios días, amarrados y a la intemperie durante días....Son muchas historias alegres y otras también en las que hemos llegado tarde o en las que, al final, hemos tenido que decirle adiós a muchos.
"En medio de la situación económica que vivimos, nuestra labor es muy difícil y se recrudece más porque estamos necesitados no solo de ayuda económica, sino de la colaboración sensible de las personas. Se puede hacer mucho solo con un poco de voluntad. Toda cooperación es bienvenida, de manera presencial o no, donando comida, ropitas viejas, un pozuelo en desuso para el alimento o efectivo... Y si no puede hacerlo por ninguna de estas vías puede ayudar contactando con nosotros al ver algún caso de maltrato...cuando vea algún animalito enfermo o abandonado".
Hace solo unos días, en el resumen del mes de septiembre, en su sitio en Facebook, Pasos publicó: "Tenemos ahora mismo 32 perros, ya que se rescataron dos perritas paridas con ocho y seis cachorros, respectivamente. Hubo menos casos de gatitos neonatos, tres casos graves que van saliendo adelante: Leo con una operación por la amputación de un miembro, Vida con secuelas graves de babesia, Tobías con una gastroenteritis severa… Se incorporaron nuevos animalistas a nuestra causa, no todos los que hubiésemos querido y necesitado, pues hay mucho trabajo por hacer". Sobran las palabras, el trabajo es inmenso, las energías y el amor han de ser incombustibles.
Yendris tiene muy clara su filosofía de vida: "Lo que das es lo que recibes, si en tu vida sembraste amor, amor recibirás". Hace y sueña mucho, en esos viajes al mundo del deseo, dormida o despierta, añora una finca a la cual irse con todos sus animales, un sitio con espacio vasto para rescatar sin límites y ayudar a sanar. Con certidumbre afirma que esta militancia le ha dado un giro de 180 grados a su existencia: "Te cambia la vida, definitivamente la cambia. Vale la pena, cada sacrificio vale la pena. Pasos Las Tunas y dedicarme al bienestar animal realmente me han transformado, y me han hecho un mejor ser humano. Miro y veo la vida de otra manera".
