A propósito del Día Mundial de la Visión (segundo jueves de octubre), 26 conversa sobre la esquela de oscuridad que deja el glaucoma a su paso
Las Tunas.- Juan se regodeaba de tener una visión de águila. En casa, era él quien ensartaba la aguja de coser cuando los más jóvenes no lo conseguían. Leía el periódico sin espejuelos, y después, como una buena parte de la tercera edad, se volvió adicto al celular y las redes sociales. Sus hijas bromeaban sobre la calidad de aquellos ojos septuagenarios intocados por el tiempo.
Sin decir nada, comenzó a notar que tenía algo de dificultad para ver bien en los días nublados, "todo estaba como opaco". Se percató también de que en las noches chocaba con la mesita del juego de sala, pero tampoco le dio mucha importancia pensando que esos problemas estaban relacionados con la vejez.
Tres días antes de su cumpleaños 73 despertó con una "cortina borrosa" atravesada en las pupilas. En el transcurso de la mañana comenzó a ver halos de colores alrededor de las luces y los ojos se le tornaron enrojecidos. Decidió eliminar por un período la exposición a las pantallas, pero escondido de su familia siguió husmeando en Facebook.
Ante el deterioro tangible acudió a la consulta de Oftalmología y el pronóstico llegó sin preámbulos: padecía de glaucoma en estado avanzado, con grandes probabilidades de perder completamente la visión a corto plazo.
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Como Juan, cargado de desespero y oscuridad, varios pacientes acuden a la consulta de la doctora Noraidis Suárez Estévez, especialista de Segundo Grado en Oftalmología y con vasta experiencia en el manejo de una enfermedad que suele conocerse como el ladrón silencioso de la visión y que en suelo tunero, hasta julio del 2023, fue la razón fundamental de invalidez total, en ese campo, decretada por la Comisión Provincial de Peritaje Médico Laboral.
La galena comparte con 26 su preocupación por este padecimiento en una población tan envejecida como la del Balcón de Oriente y hace énfasis en que, a nivel internacional, en Cuba y el territorio, se comporta como la primera causa de ceguera irreversible.
Alerta que las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportan una prevalencia de ceguera por esta dolencia de 64 millones de personas entre los 40 y 80 años de edad al cierre del 2010, con un incremento a 76 millones en el 2020 y con una proyección de ascender a 111,8 millones en el 2040.
"La pérdida de la visión por glaucoma es prevenible cuando somos capaces de diagnosticarla, tratarla y controlarla de manera oportuna en estadios iniciales -enfatiza. Entre sus factores de riesgo, la edad juega un rol importante en el agravamiento del cuadro epidemiológico".
La probabilidad de padecerla crece "a partir de los 40 años, se incrementa luego de los 60 y puede ser superior al 82 por ciento después de los 70. Siempre insistimos en la necesidad de acudir a las instituciones hospitalarias ante cualquier sintomatología que se aparte de la normalidad", alerta la doctora.
¿Por qué se quedan ciegos los pacientes con glaucoma?
"Sobre todo, por el curso asintomático, con carácter lento y progresivo, asociado a un diagnóstico tardío y un inadecuado control, en la mayoría de los casos -explica. Además, por incumplimiento en las consultas de seguimiento y el tratamiento en la manera en el que fue prescrito. Incide también la baja percepción de riesgo de ceguera en relación con la misma".
¿Por qué no se es capaz de percibir su perjuicio en la función visual?
"La visión que se afecta más en el glaucoma, y por donde inicia el daño, es la periférica; o sea, la visión con que, sin necesidad de mover la cabeza, somos capaces de percibir todo el entorno cercano. Muchas personas tienen un estado avanzado de la enfermedad, el nervio óptico está en atrofia y conservan la visión central con 20 de 20, por lo que las actividades cotidianas de lectura, costura, cocina…, las realizan sin muchos tropiezos".
Suárez Estévez anuncia que la sensibilidad al contraste es uno de los primeros elementos en la calidad de la función visual que se altera. "Por eso, los pacientes pueden presentar dificultad para ver si el día está muy nublado, les resulta difícil encontrar objetos del igual color situados en un mismo plano (una camisa blanca colocada en la cama tendida con sábana blanca), porque ya el brillo en el contraste se pierde. Filosofando un poco a veces, yo digo que la visión en los glaucomatosos es un eterno otoño e invierno.
"Presentan, asimismo, dificultad para ver de noche (nictalopía). Las células encargadas de la visión nocturna encontradas en la retina se llaman bastones, se localizan de forma más abundante en la periferia de la retina, que es por donde comienza el deterioro en el campo visual del enfermo. Con frecuencia, estos pacientes describen ver aros alrededor de las luces artificiales; y, además, pueden referir quemazón, escozor, pinchazos, lagrimeo, sequedad, picor, dolor y/o cansancio ocular y sensación de cuerpo extraño".
¿Qué otros problemas se pueden sufrir como consecuencia de la pérdida visual por esta causa?
"El detrimento de la visión afecta gravemente la calidad de vida de la población adulta. Las tasas de participación en el mercado laboral y de productividad de quienes ven disminuida esa función cada vez son más bajas. Esto trae consigo valores elevados de depresión y ansiedad.
"Los afectados por glaucoma son propensos al deterioro visual, lo que puede contribuir al aislamiento social y con frecuencia presentan dificultad para caminar, subir y bajar escaleras; tienden a caídas y fracturas por pequeños accidentes en el hogar y la calle, y al daño por quemaduras cuando realizan las labores en la cocina. Al propio tiempo, cargan mayor probabilidad de ingreso temprano en residencias de ancianos".
El llamado de la experta Noraidis Suárez Estévez, y del Centro Oftalmológico de la provincia (ubicado en el Hospital General Docente Doctor Ernesto Guevara de la Serna), es acudir en busca de ayuda profesional ante cualquier dificultad en este sentido, sin importar los límites de edad. De su experiencia diaria emanan buenos pronósticos para aquellos que obtienen un dictamen y tratamiento oportunos. Asegura que la lucha contra la ceguera sí es posible.
"El diagnóstico del glaucoma corresponde al oftalmólogo; sin embargo, para poder efectuarlo precozmente o en estadios no avanzados es indispensable el actuar y la colaboración del grupo básico de trabajo de la Atención Primaria de Salud (APS) junto a los médicos de la familia, resulta imprescindible el abordaje desde ese nivel".
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Actualmente en Cuba la prevalencia de ceguera es de 56 mil personas, uno por cada 200 habitantes, y la de baja visión asciende a 180 mil. Entre las principales causas de ceguera bilateral en adultos el glaucoma ocupa el segundo lugar; sin embargo, tiene el primer puesto dentro de las cegueras no curables, pero sí prevenibles. Se estima que el 50 por ciento de los casos se encuentra en la calle sin diagnosticar, aun en los países del Primer Mundo.
Se trata de una enfermedad multifactorial que tiene mayor predominio en la raza negra. La presión intraocular elevada es el principal factor de riesgo, pero se suman los trastornos refractivos, las afecciones cardiovasculares, neurológicas y sistémicas como la hipertensión arterial y diabetes mellitus; más la ingestión de esteroides y anticonceptivos hormonales.