Puerto Padre, Las Tunas.- En la Tierra de las Dos Mezquitas Sagradas, la doctora puertopadrense Nieves Daité Díaz Clemente desafía la distancia, el idioma, las costumbres para despejar caminos a la vida.
Forma parte de la brigada médica cubana en el Reino de Arabia Saudita. Un moderno hospital de la provincia de Jizán, en la frontera con Yemen, es el escenario de desempeño de la especialista en Medicina Interna y diplomada en Terapia Intensiva.
Ante el rostro lúgubre de la Covid-19, Daité pelea con sus mejores vibras, porque es de estirpe guerrera. “Vemos a mujeres y niños, no sabemos quién puede estar infectado, por eso nos protegemos, el peligro siempre lo sentimos cerca”.
Ella, que es dada a largas conversaciones sobre el barrio, o su San Manuel natal, ahora se centra en contar las maravillas de la ciudad, el equipamiento, la cultura, y las peripecias, propias del ejercicio médico.
Nueve horas de diferencia y más de 13 mil kilómetros de distancia se vuelven cómplices del teclado y la pantalla para a través de WhatsApp contar de cómo enfrenta la muerte, a veces sin entenderla.
Poco antes de la pandemia había llegado a esas tierras bordeadas por el mar Rojo. Una cultura diferente, encontró hace ocho meses. Abaya y velo, prendas de vestir obligadas para las mujeres en esa nación, conforman parte de las tradiciones que ha incorporado la doctora puertopadrense.
Nieves Daité Díaz Clemente es de los valientes a los que, desde Cuba, el aire y el pensamiento llevan aplausos por la grandeza de servir en tierras lejanas.
