Las Tunas.- “Es mi intención que todo trabajo exprese algo, despierte algún tipo de sensación o transmita una emoción”, dijo en una entrevista Yoandry Sardiña, cuyas exóticas fotografías no dejan de sorprendernos.
Especializado en la figura humana, ha experimentado con otros tópicos como la crítica social y cosas pequeñas, que pasan inadvertidas al ojo humano. Ya algunos lauros engordan su currículo, pero él prefiere hablar de superación y humildad, valores necesarios (según expresa) para un profesional del lente.
Su más reciente exploración del arte conceptual, aterrizado al universo de Daguerre, lo han hecho figurar entre los ganadores del Concurso de Fotografía Lente Inquieto, en su segunda edición. Auspiciado por el Consejo de las Artes Visuales de Villa Clara, el centro cultural Mejunje y el Consejo Provincial de Artes Escénicas, el certamen se enmarcó en la Jornada contra la Homofobia y la Transfobia, y tuvo como temas centrales la fotografía homoerótica y la lucha por los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
El tunero fue galardonado por dos obras de su serie Homofobia. Mediante estas, logra contar una historia para reflexionar en torno a la equidad social, desde la personificación de simples clavos. La atmósfera, matizada a través de claroscuros y la bandera del orgullo gay, acompaña el mensaje de las instantáneas.
“Inicié hace poco en el apartado del arte conceptual con unos ajíes, permitiendo que las imágenes contaran una historia. Esta es la primera vez que utilizo clavos para esos fines. También me enamoran ‘tramas visuales’ con fósforos, palillos de tender ropa y otros elementos. Es una técnica compleja, pero hermosa y con muchas potencialidades.
“En este caso, en un primer momento vemos al clavo que identifica a una persona homosexual dolida e incomprendida, mientras que en una segunda escena observamos cómo la pareja gay se desprende de sus problemas y aprende a ver la vida diferente, desde su orientación sexual”, explica el autor.
La creatividad e intencionalidad del artista son rasgos que se desprenden de su quehacer, desde que pasó un curso de fotografía impartido por la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales (ACCS) que marcaría su camino.
“La cámara no hace al fotógrafo, el fotógrafo se hace todos los días, buscando una proyección y un estilo con el que se sienta identificado. Una obra está hecha cuando se transmite algo a nivel sensorial o psicológico. Esa es la meta".
