Las Tunas.- El ajetreo de las federadas en el 2021, en vez de atenuarse, fue aún más arduo que en el calendario anterior, supeditado por la presencia del coronavirus en el territorio y la esquela de muerte con que matizó el peor panorama de los últimos años.
En medio de la nueva normalidad, la organización continúa protagonizando intensas jornadas en respaldo a los programas sociales desde los diferentes sectores, siempre con la meta de contribuir donde más empeño se requiera.
Yamilet Ortega Figuerola, secretaria de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en la provincia, comentó a 26 que las afiliadas están activas en sus escenarios de acción y responden ante cualquier reto.
“Nuestra principal fortaleza ahora mismo es contar con 213 mil 466 miembros, incorporadas voluntariamente a la organización, comprometidas y leales con la Revolución y sus conquistas. Estamos a la vanguardia en temas vitales como la protección de la mujer, el apoyo a su seguridad, la lucha contra la violencia y el acompañamiento de las víctimas.
“Como en todo momento, reiteramos la disposición de ayudar a quien sufre agresión de cualquier índole. Nuestras ocho casas de orientación trabajan en cada territorio para respaldar a las familias; ya suman más de tres décadas de experiencia en garantizar una guía especializada.
“La FMC se perfila para seguir ganando profesionalidad en el trabajo social y la labor de prevención y atención familiar”.
Ortega Figuerola destacó la participación oportuna de las dirigentes de base en cada comunidad como un factor decisivo para lograr la estabilidad epidemiológica.
“Nos llenan de orgullo las iniciativas desarrolladas por numerosas jóvenes que realizaron la función de mensajería y estuvieron atendiendo con mucho cariño a los pobladores de riesgo”.
Precisó que han estado inmersas en la Tarea Ordenamiento, desde la identificación de personas vulnerables económicamente. En la mayoría de los casos, la FMC brindó acompañamiento a estos núcleos.
“Nuestra batalla está muy lejos de concluir -enfatizó Yamilet-. Desde los hogares seguimos potenciando la producción de alimentos, incorporando nuevos patios al Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, donde se ha avanzado muchísimo, sobre todo, en la siembra de condimentos frescos. Estos los estamos entregando al Sistema de Atención a la Familia, para mejorar el sabor del menú. Las mujeres creadoras, por su parte, confeccionan paños para el tapado de los alimentos y el embellecimiento de esos locales.
“Hemos animado también el buen curso de la zafra azucarera, a partir de la preocupación por los familiares de los protagonistas del sector y el homenaje a las féminas que están directamente vinculadas con la producción”.
En Las Tunas revitalizan el movimiento Mi Casa Alegre y Saludable para alentar la cultura de protección y cuidado del medio ambiente en las tres mil 898 delegaciones, un afán emulativo con parámetros medibles que pueden incidir en la conducta de las federadas y los miembros de su hogar.
Un logro significativo ha sido la creación 16 casas taller para desarrollar conversatorios sobre las particularidades de las familias, la educación no sexista, el embarazo en la adolescencia y causas que originan desigualdades.
De cara a los retos más actuales, las tuneras reafirman su apoyo al enfrentamiento a la pandemia, la producción de alimentos y el reordenamiento económico. Desde su posición de vanguardia, buscan estrategias para contribuir con los cambios que vive el país y que ya tienen su impronta en cada esfera de la sociedad.
“Estamos inmersas en el perfeccionamiento de las acciones de implementación del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres y para promover la igualdad de derechos y oportunidades; así como profundizar en los factores objetivos y subjetivos que, como expresiones de discriminación, persisten en la Cuba del siglo XXI, con el fin de eliminarlos”.
Foto: Yaciel Peña.
