Las Tunas.- Proteger el patrimonio boscoso de la provincia y los recursos naturales que existen en esos ecosistemas es prioridad máxima del Departamento Forestal, de Flora y Fauna Silvestre, en la Delegación del Ministerio de la Agricultura aquí.
La preservación del entorno implica la gestión conjunta del Cuerpo de Guardabosques, el Citma y los tenentes estatales y privados, según explicó Osleydis Seoane Richardson, jefa de la actividad.
“Eso se logra a partir de varias acciones colectivas, pero influyen también algunas disposiciones que garantizan la legalidad en la explotación de las zonas boscosas; desde octubre del año 2020 se trabaja en el plan integral para evitar las violaciones e ilegalidades.
“Trabajamos en la emisión de las guías forestales, los registros de documentos y la legalidad de la madera, además de la capacitación a los trabajadores y campesinos. A esto se suman la gestión de formación vocacional con las nuevas generaciones y especialmente el Concurso Infantil Conciencia Verde”.
Consideró la especialista que en el territorio es posible incrementar la cultura jurídica de la población en beneficio del patrimonio boscoso, con la generalización de la Ley Forestal -Ley 85-, que recoge las principales ilegalidades que ocurren en esos espacios y las medidas ante la ocurrencia de cada una de ellas.
Aunque han disminuido en relación con años anteriores, en los municipios tuneros todavía se reportan delitos en los bosques, como la tala ilegal de valiosas variedades de la flora, y la caza furtiva de jutías, cotorras y otras especies de la fauna, muchas de las que están en peligro de extinción.
Seoane Richardson destacó que igualmente se prioriza la prevención de incendios forestales, con énfasis en los meses de enero a abril, cuando se recrudece la falta de precipitaciones. En ese sentido apuntó que dichas medidas se extreman en la zona de San Miguel del Junco, en "Amancio", una de las áreas de mayor peligro.
