Che y Camilo, legado imperecedero

Las Tunas.- Como torrente de ideas, de nostalgias, evocaciones… transcurre octubre; un mes que para los cubanos hace mucho quedó dolorosamente grabado en la memoria popular y de ese sentimiento emergen la admiración, el cariño, y el valor de vidas como las del Che y Camilo. Por su experiencia, su obra y capacidad, son hombres poco comunes, difíciles de igualar y, como diría Fidel del argentino, casi imposibles de superar.

Nada hay más inspirador que el ejemplo, he pensado en estos días al rememorar la épica del Héroe de Yaguajay y del Guerrillero Heroico. La víspera del 8 de octubre, más de cinco mil 200 niños de Las Tunas dijeron, por vez primera, lo que repetimos tantísimas veces en nuestra infancia: “¡Seremos como el Che!”. Hoy, más que antes -porque aquilato mejor la dimensión del ser humano- la frase me parece inmensa. Tan colosal como el anhelo de que en nuestro porvenir contemos con mujeres y hombres con el altísimo talanto moral y revolucionario del gestor de la concepción del “hombre nuevo”.

De sus hazañas se ha hablado durante estas fechas en los grupos estudiantiles, en los que han rememorado su travesía por nuestra mayúscula América, sus primeros pasos cuando solo era Ernestito, su afición por la fotografía y la lectura… su periplo hasta ser el Che querido y venerado por esta Isla.

Che y Camilo, legado imperecedero

Asimismo, del Señor de la Vanguardia pudiéramos decir mucho. Y habremos de hacerlo, contar del niño que cazaba mariposas, que ahorró el dinero de su merienda y lo donó a los huérfanos de la Guerra Civil Española, que amó la pelota y jugó voleibol, montó bicicleta... Tendremos que decirle a nuestra niñez del joven combatiente capaz de obtener una confesión usando un singular detector de mentiras, del bromista aun en momentos de tensión, del comandante del Ejército Rebelde que tenía los bolsillos llenos de papelitos con inquietudes de la población… del héroe, del compromiso con Fidel y, más aún, con Cuba.

Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara no solo fueron fruto de su tiempo e intérpretes de grandes ideas; predicaron con sus actos. El ejemplo personal fue la fuerza persuasiva con la que contaron en la consecución de la teoría y la práctica revolucionarias. Esa es la lección que dejaron a la Mayor de las Antillas y al mundo. Y en honor a ellos, este mes de octubre las escuelas se han llenado de actos de tributo no solo hacia sus figuras, sino como expresión de un pueblo que bebe de la savia de su historia.

Los alumnos de la secundaria básica José Maceo, en el municipio de Puerto Padre, llegaron hasta la tarja a Melton Almaguer para rendirle homenaje al joven asesinado por la tiranía batistiana; también en la Villa Azul, en la secundaria Mártires de Aguacatico, del poblado de San Manuel, recordaron el aniversario 103 del natalicio de Francisco (Paquito) González Cueto, primer pionero mártir.

Che y Camilo, legado imperecedero

Igualmente, en otras instituciones educacionales iniciaron el curso de formación vocacional y orientación profesional, festejaron el Día de la Cultura Cubana y lo hicieron con el talento cultivado en las propias aulas.
Además, en el contexto de la Jornada Ideológica Camilo-Che, en disímiles colectivos se volvió a escuchar la sentencia que afirma: “El pionero explorador ama la naturaleza, a la Patria socialista y se prepara para la vida en campaña”. Con alegría, a su vez, acamparon hace poco, en el Palacio Provincial de Pioneros, estudiantes de una veintena de escuelas de la capital territorial, quienes aprendieron un poco más. en esa jornada. por qué es tan importante cuidar y amar el entorno.

Este 28 de octubre, 63 almanaques después, será ocasión de reverencia al hombre del sombrero alón, eterno en sus escasos y fructíferos Che y Camilo, legado imperecedero27 años de edad. El acostumbrado peregrinar para depositar en afluentes una flor tendrá aquí como sede central de las actividades a Puerto Padre y, en la capital provincial, los exteriores de la escuela especial que lleva el nombre del patriota de la espléndida sonrisa.

De disímiles maneras, este gesto regresa cada año. Como nosotros antes, mañana, los hijos del futuro llevarán al mar su flor, ofrenda de amor y de compromiso permanente en el andar por Cuba, donde, sin dudas, existen muchos Camilos.

Hay quienes “hasta después de su muerte son útiles y dan luz de aurora”; de esa verdad bien sabe el pueblo cubano alimentado por el sustrato vital de tanta vida entregada. El Héroe de Yaguajay y el Che, en su obrar, contribuyen a que surjan mujeres y hombres como ellos o, al menos, que en su diaria misión humana procuren hacerles honor. El camino es largo, perdura la aspiración de que nuestra infancia se encamine por esa ruta; guiémosla bien en el trayecto, en este vía crucis que vive la humanidad, ese legado puede salvarnos.

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