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Beijing, China.- Los robots redactores de noticias son el presente y parte del futuro de los medios de comunicación en China, asegura el profesor Wang Shiyu, de la Universidad de Estudios Extranjeros de la capital de esta nación asiática[i]. La influencia sobre las salas de redacción de estas herramientas basadas en la inteligencia artificial (IA) nos hace preguntarnos: ¿necesitaremos ir pensando en otro empleo de aquí a un tiempo?, ¿se requerirá de establecerles tres leyes similares a las enunciadas en su momento por el escritor de ciencia ficción Isaac Asimov? ([ii])

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Beijing. China.- Pasaron casi 14 años y uno cierra los ojos ahora frente al Nido de Pájaro y casi puede sentir la algarabía de la multitud ante las hazañas del deporte alcanzadas en este sitio. Se estremece ante la ovación por lo hecho por un extraclase venido del Caribe que destrozó los récords mundiales de la velocidad; o recrea las zancadas de la santiaguera que hizo lo propio venciendo a la adversidad. O se vuelve hacia el Cubo de Agua y podría lanzar un grito de exclamación frente a lo realizado allí por El Tiburón de Baltimore.

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Majibacoa, Las Tunas.- Con pasos firmes y el compromiso perenne con la Revolución, los habitantes de Majibacoa afrontan los desafíos de los últimos tiempos por un desarrollo local cada vez más efectivo. Poco a poco, los paisajes se diversifican y, a su vez, todos comparten el esfuerzo diario en aras de cosechar resultados con la mayor calidad posible, sin importar los obstáculos.

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Las Tunas.- Un nuevo gimnasio biosaludable fue inaugurado en la avenida Primero de Mayo, en la cabecera provincial, como parte de las actividades por el inicio del verano. El espacio, de uso público y gratuito, tiene como objetivo mejorar la salud de las personas mediante la práctica de ejercicios físicos al aire libre. Además, puede proporcionar a las familias un rato de diversión.

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Beijing, China.- Colocadas sus manitas sobre el vidrio, la niña esperaba con ansias que el animal hiciera algún movimiento. Algo, siquiera un músculo que le dijera que no estaba ante un objeto inanimado de los que cuelgan por montones en la tienda de souvenirs del Zoológico de la capital china, sino un ser de carne y hueso. Por eso estalló de felicidad cuando Meng, un panda gigante de casi 9 años de edad, estiró sus patas delanteras, abrió su boca en un bostezo y siguió recostado en su “tumbona” de troncos de madera.