Las Tunas.- Durante dos días sesiona en la provincia el Taller de capacitación para la aplicación de estándares internacionales de calidad en los servicios de salud integral para adolescentes, con énfasis en los de la salud sexual y reproductiva, al amparo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Cuba.
El proyecto consiste en la aplicación de pruebas e instrumentos a 15 nuevos municipios de toda la Isla, como parte de una segunda etapa de su puesta en marcha que busca mejorar la calidad de vida y la asistencia médica. Las Tunas (municipio cabecera) se encuentra entre las localidades seleccionadas porque registra una alta tasa de embarazos en la adolescencia, la cual ha mantenido por más de 20 años.
Asimismo, estas mediciones se efectuarán en Manatí, Majibacoa, Jesús Menéndez, Puerto Padre y Amancio, por los elevados índices de fecundidad en ese grupo de edades; "Colombia" es de los que menores casos de este tipo reporta.
El pilotaje de estándares internacionales, que validen un instrumento de monitoreo y evaluación de la calidad de las prestaciones sanitarias amigables a las jóvenes gestantes, se aplica en la cabecera provincial y Jobabo desde el 2018 y el 2024. Junto al Balcón de Oriente, integran esta iniciativa las provincias de Holguín y Granma, debido a las altas cifras de adolescentes en esta condición.
¿QUÉ ES UN ESTÁNDAR?
A decir de los galenos presentes en el encuentro, un estándar es una medición de resultados, una declaración de calidad. Su aplicación en Cuba toma como base normas mundiales que ya existen; a partir de un sustento teórico se llegó a conformar un grupo de estándares para la atención a las adolescentes, de los cuales nuestro país aportó ocho.
Entre los elementos por medir están los conocimientos de los muchachos sobre su salud, el apoyo de la comunidad, las competencias de los profesionales de Salud, equidad -porque no puede existir discriminación alguna referente al sexo-, orientación sexual, identidad de género, color de la piel, estrato social... , además del entorno físico y equipamientos para ofrecer una mejor asistencia. Igualmente, hay que analizar los datos, más allá de recogerlos y procesarlos, así como evaluar los servicios a partir de las informaciones disponibles.
Si se habla de la calidad de un servicio, los profesionales deben estar preparados para atender a esta población que abarca de 10 a 19 años, según la Organización Mundial de la Salud.
La nación cubana hoy contabiliza siete mil nacimientos menos respecto al pasado año, aunque sea un número preocupante, esta responsabilidad no puede caer en los hombros de las adolescentes.